El zoco del escriba, de Alberto Mertah
El árabe que hay en mí
Llámame asesino que no me ofendo, pues nadie reposa en la almacabra por asalto de mi daga. Llámame mezquino que no me inmuto, que nunca temí ser ningún pobrecito. Llámame talibán, que buen alumno dicen que en la madrasa fui. En balde intentan irritarme tus insultos: alcahueta, zafio, mindundi. No te canses, continúa con tu atraco: mameluco, mamarracho, catetorro. No abandones la tarea: farruco, haragán, so gandul. No pones en riesgo nuestra amistad porque, como mucho, loco, titiritero o albardán soy, pero nunca zalamero, que jamás me esconde ninguna máscara. ¿Por qué estamos a batacazo limpio? Pasábamos la tarde con juegos de azar: las tabas o quizás los dados. No lo recuerdo. Tú querías jugar a los naipes y yo al ajedrez. Ya despierta mi…
Ver la entrada original 685 palabras más
Me ha encantado la enorme cantidad de palabras árabes del texto. Chapeau!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Mil gracias por compartir este texto que preparé para celebrar los dos mil arabismos que tenemos en español.
Me siento honrado.
Alberto Mrteh (El zoco del escriba)
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias a ti por escribirlo. Un saludo.
Me gustaLe gusta a 1 persona